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¿Cómo tener una cuenta viral en redes sociales sirvió para darle apoyo jurídico y social a una mujer vulnerable de un pueblo colombiano que necesitaba con urgencia un aborto? Gracias al activismo digital, en el que llevamos casi dos años experimentando en la ONG Jacarandas, se abren puertas inesperadas y muy efectivas para el cambio social.
Primero empecemos por el horror: la frustración de un sistema torpe y cruel con las mujeres.
Camila (seudónimo) es una adolescente cuya familia tiene escasos recursos económicos y vive en un pueblo colombiano. Le pasó lo que también le pasa a muchas personas: el condón se le rompió cuando tenía relaciones sexuales.
Luego de confirmar un embarazo, empieza una travesía tortuosa por un aborto legal que termina en una acción de tutela porque el hospital más cercano se negaba a realizar el aborto sin la autorización de su padre. En Colombia, el aborto es libre hasta la semana 24 como resultado de una decisión histórica de la Corte Constitucional en febrero de 2022.
Camila se enteró de Jacarandas por un video en TikTok donde mencionamos el apoyo en información para mujeres que deseaban interrumpir el embarazo a través de nuestra línea especializada. Jacarandas es una organización de mujeres que trabaja en temas de género a través de redes sociales en Colombia y realiza estrategias de movilización social y legal.
Nos escribió por WhatsApp, nos contó su caso y presentamos una acción de tutela. Diez días después, un juez dio la orden al hospital para que le hicieran el aborto, sin ningún requisito adicional.
Finalmente, Camila pudo acceder a un aborto gratuito y de calidad. Era su derecho.
Como ella, más de 2500 personas nos han contactado por WhatsApp para pedir información o ayuda para ejercer su derecho al aborto.
Las conquistas legales se quedan en el papel si no se hace un esfuerzo grande por lograr que el derecho sea una realidad. Por ejemplo, la Corte Constitucional despenalizó el aborto en 2006 en tres causales. Sin embargo, 15 años más tarde, menos del 50 % de la población conocía que tenía ese derecho y las barreras en el sistema de salud hicieron que muchas mujeres no tuvieran salida y acudieran a abortos inseguros.
Esa historia no puede volver a repetirse. La información sobre aborto libre debe ser masiva para garantizar su acceso. Eso también parte de entender que la despenalización legal debe ir acompañada de despenalización social, la cual requiere esfuerzos creativos en la información que recibimos en la vida cotidiana para lograr transformar imaginarios, que por años nos han mostrado el aborto como algo malo, sangriento, o como un acto profundamente egoísta o irresponsable.
Por eso creemos que la historia de Camila habla de la necesidad de evolucionar las estrategias de cambio social. Y la respuesta está en el activismo digital con nuevas narrativas en espacios digitales.
Narramos desde diferentes formas con voces de mujeres jóvenes para que la audiencia sienta empatía a través de un caso, para que informemos de forma creativa o algunas veces para que se indigne por la violencia o las arbitrariedades que enfrenta una mujer cuando aborta. Hacemos nuestro trabajo pensando en hacer un llamado colectivo para que el Estado o la sociedad cambie.
Nuestra audiencia crece a través de llamados al cambio social. Así hemos logrado en poco tiempo tener alrededor de 500 000 seguidores en en TikTok, Instagram y Twitter. La historia de Camila la convertimos en un video para TikTok que tiene más de cinco millones de reproducciones y casi un millón de personas le han dado “me gusta”. Ese nivel de alcance es inusitado para temas complejos de derechos sexuales y reproductivos.
La estrategia de Jacarandas es un tridente de intervenciones: informar, litigar y transformar. El equipo de comunicaciones produce información y traduce discursos complejos en palabras sencillas y formatos atractivos para ser virales en internet y llegar a la mayor cantidad de personas posibles. El equipo jurídico se encarga del cambio social a través de acciones judiciales y administrativas. Y el equipo de información atiende la Línea Jacarandas y hace difusión periódica de los problemas o fallas en la prestación del servicio de salud a partir de la experiencia de los casos.
Nuestro trabajo principal ahora es sobre aborto, pero no nos queremos quedar ahí. Nuestra agenda va asociada a problemas que preocupan a personas jóvenes de América Latina para no dejar fuera los proyectos sociales a un sector gigante de la población, que también quiere participar, con sus propios referentes y narrativas. El contenido digital es gratuito, a diferencia de algunos medios de comunicación que exigen pagar y que están narrados por una persona ajena al trabajo que nos moviliza.
Estamos convencidas de que el activismo en redes sociales tiene un potencial para generar y diversificar el cambio social: no sólo tiene impactos en el debate público, sino que llega a la intimidad de cada persona que consume contenidos y se siente identificada con lo que ve en la pantalla. También ayuda a dar debates en espacios que antes estaban vacíos y conecta a las personas que más lo necesitan, como Camila, con otras que estamos dispuestas a ayudar.
Gracias al éxito digital podemos decir, con confianza, que somos muchas, estamos juntas, luchamos por las mismas causas y nos acompañamos. ¿Qué mejor manera de construir un mundo más solidario en la era digital?