Los avances en digitalización, robótica e inteligencia artificial están transformando nuestra forma de vivir Foto: Dan Gold
Si tiene más de 25 años, recordará el proceso y el costo de hacer una llamada telefónica de larga distancia, antes de Skype, FaceTime y WhatsApp. También recordará los viajes largos con tan solo mapas impresos o su memoria para llegar a su destino, antes del GPS y Google Maps. Estas innovaciones son parte de cambios más amplios provocados por la Cuarta Revolución Industrial, a medida que los avances en digitalización, robótica e inteligencia artificial transforman nuestra forma de vivir.
Pero para todas las tecnologías emergentes que mejoran cómo nos comunicamos con los demás, cómo fabricamos y transportamos bienes y cómo nos entretenemos y educamos, hay que tener en cuenta una serie de factores importantes en torno a los datos que se recopilan sobre nosotros en el proceso, y el uso que se les da. Los informes diarios de violaciones a la privacidad, los temores de dislocación social por la pérdida de empleos a causa de la automatización y el uso de plataformas de redes sociales para el acoso y el discurso de odio pueden reducir la confianza del público en algunas de estas tecnologías emergentes.
A la vista de esta situación, hay oportunidades claras para que los actores de la sociedad civil dirijan un debate constructivo sobre los nuevos desafíos relacionados con la tecnología. La misión histórica de la sociedad civil se basa en promover el bien social a través de la rendición de cuentas, la imparcialidad, la transparencia y la confianza. Con estos antecedentes, la sociedad civil puede apoyar y guiar la implementación de nuevas políticas y normas que estén en consonancia con la garantía del bien público. Esto se puede lograr mediante la cooperación y la colaboración, así como la atención a las áreas en las que las tecnologías tienen un efecto contraproducente.
Durante el año pasado, el equipo de la Sociedad Civil del Foro Económico Mundial llevó a cabo conversaciones con destacados académicos, líderes y representantes de la sociedad civil, miembros de los gobiernos y del sector privado, quienes confirmaron la necesidad de tomar medidas específicas con respecto a estos desafíos relacionados con la tecnología. En abril de 2018, el Foro Económico Mundial organizó un taller sobre la Promoción del impacto, la práctica y la responsabilidad de las organizaciones sin fines de lucro en la Cuarta Revolución Industrial en sus oficinas de San Francisco, con la participación de más de 50 actores interesados. Este taller identificó la clara necesidad de desarrollar el liderazgo sectorial entre la sociedad civil para modelar el uso de tecnología y datos basados en derechos, y de diseñar procesos de colaboración inclusivos sobre las repercusiones sociales de las tecnologías emergentes.
Dado el rápido ritmo del cambio en el desarrollo y la adopción de tecnologías digitales y emergentes, la sociedad civil se ve presionada a responder a las nuevas oportunidades, demandas y desafíos que se presentan. Por ejemplo, en los últimos años, los drones han ganado popularidad por su uso en los esfuerzos de ayuda en caso de desastre y la entrega de suministros médicos en regiones remotas. Varias organizaciones de la sociedad civil están tomando la iniciativa para ayudar a definir pautas para un uso de drones que promueva la protección de la privacidad y los derechos humanos, al tiempo que son sensibles a las tensiones que pueden surgir del uso de drones para enfrentar problemas de desarrollo de larga data. Si bien hay cierto grado de formulación de estrategias y diálogo entre los actores de la sociedad civil, el proceso está incompleto, y no todos los principales interesados participan plenamente.
Además, algunas organizaciones de la sociedad civil, sobre todo las que tienen alcance global, cuentan con mayores recursos y redes para innovar y adaptarse que otras organizaciones que trabajan a mucho menor escala. De ahí la necesidad de colaborar para ayudar a cerrar las brechas que surgen del uso de datos, la vigilancia, la ciberseguridad y la automatización, entre otras áreas.
La sociedad civil tiene un papel importante en la configuración de la Cuarta Revolución Industrial. Los cambios tecnológicos que ya están afectando las actividades de las empresas y los gobiernos también afectarán a la sociedad civil, y le presentarán oportunidades y desafíos únicos. Se les está pidiendo a las organizaciones de la sociedad civil que intervengan más que nunca, ya sea en la defensa y promoción de los derechos humanos, la gobernanza o la respuesta humanitaria en casos de desastre. Pero mientras se les pide que hagan más, en muchos países también están sometidas una presión mayor, debido al aumento del escrutinio por parte del público, las restricciones impuestas por los gobiernos al espacio cívico y los cuestionamientos sobre su legitimidad.
Las tecnologías digitales y emergentes de esta época y del futuro agregan una capa adicional de complejidad a estas dinámicas. Consideremos nuevamente los ejemplos de hacer llamadas telefónicas de larga distancia y trazar viajes por carretera, los cuales ahora son considerablemente más baratos y más fáciles de hacer debido a los avances tecnológicos. ¿A qué costo utilizamos estos avances, en términos de la monetización de nuestros datos o la vigilancia por parte de terceros? Tomando en cuenta los efectos de las tecnologías emergentes en nuestra vida cotidiana, este es el momento de que la sociedad civil despliegue su agilidad, adaptabilidad y previsión para manejar estas desafiantes cuestiones.