Comunidad Estrella @comunityestrellas en la Marcha del Pueblo en Los Ángeles 10 de junio de 2022. Fuente: Mídia Ninja
Trabajar por la aplicación transparente e inclusiva de los compromisos asumidos en la Declaración de Los Ángeles de junio de 2022 sobre migración y protección es la principal oportunidad que tienen los donantes y las grandes organizaciones internacionales para apoyar la participación. Veinte gobiernos de toda la región firmaron este acuerdo hemisférico no vinculante —que esboza un enfoque regional común de la política migratoria— en un evento paralelo a la Cumbre de las Américas de 2022.
Sus compromisos giran en torno a la promoción de los principios de una migración segura, ordenada, humana y regular, el fortalecimiento de las políticas de integración, la ampliación del acceso a la protección internacional y la coordinación de las respuestas de emergencia a los grandes movimientos transfronterizos, entre otros temas.
Las organizaciones de la sociedad civil han denunciado que la elaboración de la Declaración fue un proceso secreto dirigido por Estados Unidos, en gran parte en conversaciones bilaterales con ministros de países latinoamericanos. Las personas en situación de movilidad humana y las organizaciones que las representan fueron excluidas de las discusiones previas a la firma del acuerdo.
Las ONG de base o locales que representan a diferentes grupos de personas marginadas en situación de movilidad humana también estuvieron ausentes de los paneles del IX Foro de la Sociedad Civil de la Cumbre de las Américas de 2022 en Los Ángeles, debido en parte al engorroso proceso de inscripción de las ONG, así como a los altos costos asociados a la participación en esa ciudad.
Como respuesta, las coaliciones no gubernamentales organizaron actos paralelos que amplificaron las voces de grupos marginados. El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos organizó un "Foro Interamericano contra la Discriminación", en el que hubo paneles con activistas racializades y LGTBQ+. En otro panel, "De la disuasión a la integración: voces de la sociedad civil sobre los retos de la política migratoria y las buenas prácticas en las Américas", la organización indígena estadounidense CIELO (Comunidades Indígenas en Liderazgo) y la organización haitiana Haitian Bridge Alliance compartieron sus preocupaciones sobre las políticas antiinmigración que han dado lugar a abusos de los derechos humanos.
Por su parte, la Cumbre de los Pueblos contó con la participación de 250 organizaciones que representan a trabajadores agremiados, personas en situación de movilidad humana, las mujeres, los pueblos negros e indígenas y la comunidad LGBTQIA+. Sus paneles compartieron el tema común "nada sobre nosotros sin nosotros", y denunciaron que, en la Cumbre, les representantes de los gobiernos acordaron políticas que nos afectan de manera crucial en gran medida sin la aportación de los pueblos de las Américas.
En América Latina y el Caribe, las asociaciones y organizaciones locales y nacionales dirigidas por personas en situación de movilidad humana y la diáspora se han implicado en la agenda política migratoria regional al participar en los diversos mecanismos de cooperación regional y subregional que dan una respuesta humanitaria coordinada a las situaciones de desplazamiento y humanitarias.
Así mismo, en años recientes, muchas agencias internacionales y organizaciones humanitarias han desarrollado herramientas para garantizar la participación e inclusión de las ONG locales y nacionales en contextos de desplazamiento y movimiento. En distinta medida, las han aplicado a sus proyectos y programas en contextos locales y nacionales. Sin embargo, los avances en cuanto a la participación en los espacios y procesos de toma de decisiones regionales e internacionales de alto nivel son mucho más lentos.
¿Qué es una participación significativa en los debates políticos regionales?
En los espacios de toma de decisiones transnacionales de alto nivel, los mecanismos de participación significativos contribuirían a la democratización del proceso de producción de las agendas de incidencia y normas políticas nacionales, regionales e internacionales, para que estas reflejen las principales necesidades, intereses y preocupaciones de las personas.
Recientemente, ha surgido un movimiento más amplio e institucionalizado dentro de los sectores de la ayuda humanitaria y el desarrollo internacional que presiona para que los donantes reorienten sus fondos hacia las ONG nacionales más pequeñas; para que haya un mayor compromiso y liderazgo en las respuestas; para que los procesos de investigación y evaluación sean más equitativos y participativos e involucren activamente a los pueblos que se benefician de los programas y políticas de desarrollo y ayuda; y para que haya una participación e influencia significativas en los debates políticos internacionales.
Dicho esto, muchas de esas iniciativas no funcionan para las personas desplazadas. Sin embargo, en el ámbito de los desplazamientos forzados y la migración, la comunidad internacional compuesta por agencias de desarrollo y ayuda humanitaria, organizaciones globales y gobiernos han asumido amplios compromisos para permitir la participación política y el compromiso de personas en situación de movilidad humana y refugiades en las esferas de cooperación internacional.
En primer lugar, las iniciativas que trabajan para las personas en situación de movilidad humana las involucraría de manera sistemática como protagonistas en una conversación que se parece más a un diálogo de doble vía que a un ejercicio de extracción de conocimientos de ellas. En segundo lugar, intentarían reflejar, en la medida de lo posible, la enorme diversidad étnica, cultural, racial e interseccional de las personas en situación de movilidad humana en nuestra región. En tercer lugar, acogerían una variedad de puntos de vista, incluso si no coinciden con las prioridades e intereses de los donantes. Y, en cuarto lugar, incluirían realmente las contribuciones de las personas en situación de movilidad humana en los documentos y normas políticas resultantes.
En las Américas, la participación también puede ayudar a aumentar el perfil de las violaciones de los derechos humanos experimentadas por los grupos marginados en movimiento que tienen necesidades y vulnerabilidades únicas que no son atendidas de manera sistemática y eficaz. Entre las personas y poblaciones que viven en la intersección del desplazamiento y la migración y una o más identidades marginadas se encuentran las mujeres y las niñas, les sobrevivientes de la violencia de género, las personas LGBTQIA+ (en particular las mujeres trans), les niñes no acompañades y separades, las personas con discapacidad, las personas negras en situación de movilidad humana (incluides les haitianes y les africanes subsaharianes) y los pueblos indígenas.
Las organizaciones de base, más pequeñas, locales y con menos recursos que tradicionalmente representan a estos grupos tienen menos oportunidades de participar en los procesos y espacios de toma de decisiones de alto nivel, en especial los que tienen lugar en (las ciudades caras de) el Norte Global, por lo que es necesario poner en marcha medidas especiales que permitan su participación.
¿Cómo pueden los grandes organismos internacionales y otros donantes contribuir a una participación significativa?
Además de proveer financiación directa y flexible, las grandes agencias internacionales y otros donantes están bien posicionados para promover el liderazgo de las ONG locales y nacionales, incluso en el diseño de mecanismos de participación que pongan en práctica la interseccionalidad para fomentar a las necesidades de los grupos marginados.
Como explica Amina Jane Mohammed, exvicesecretaria General de las Naciones Unidas, "a veces la gente no sabe qué hacer con el espacio que le das, así que tienes que fomentar su confianza y ayudarles hasta que se sientan cómodos". Esto puede implicar el desarrollo de la capacidad de estas organizaciones para hacer incidencia política en esferas políticas de alto nivel; ayudar a crear una comunidad con otras organizaciones ya involucradas en la comunicación política o en los esfuerzos de incidencia; y mejorar el acceso a los programas colectivos de bienestar de la salud mental, entre otros.
En lo que respecta a la aplicación de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, los donantes pueden apoyar a las organizaciones que abogan por una consulta sostenida con personas en situación de movilidad humana (incluyendo a solicitantes de asilo, refugiados, y repatriados), las comunidades de acogida, las ONG dirigidas por la diáspora y las bases; a las organizaciones que realizan una labor de comunicación política para difundir los resultados de la aplicación de los compromisos; y a las organizaciones que presionan ante los Estados firmantes para que publiquen los textos de los acuerdos bilaterales o multilaterales y cualquier nueva política nacional que surja de estos acuerdos en lenguaje sencillo y múltiple.
Nota: La autora agradece su generosidad al International Refugee Assistance Project y a todas las organizaciones y activistas con los que discutió el tema de la participación significativa durante y después de la Cumbre de las Américas y que le permitieron utilizar esta información.