Usar las herramientas de evaluación para fortalecer movimientos sociales y acercar activistas

Photo: Svitlana Dubina

Participants of the young feminists’ camp supported by UWF in 2017. 


Los movimientos sociales son cruciales para lograr cambios, pero ¿cómo se puede crear un movimiento social fuerte y sostenible? Y lo que es quizás más importante, ¿cómo se ve un movimiento fuerte y cómo se puede evaluar si un movimiento se está fortaleciendo? Cuando empezamos a hacernos estas preguntas en el Fondo Global de Mujeres, descubrimos que el “desarrollo de movimientos” tenía significados muy distintos para diferentes personas. Para empezar, revisamos los estudios sobre movimientos sociales para comprender mejor cómo crecen los movimientos y qué capacidades necesitan los movimientos exitosos.

La lección principal que se desprende de esta revisión de la literatura es que, para apoyar mejor a los movimientos, los financiadores necesitan una comprensión más completa de sus fortalezas, necesidades y prioridades. Si bien existen herramientas para evaluar la capacidad de las redes y las coaliciones, estas no son adecuadas para los movimientos. A diferencia de las redes y coaliciones, los movimientos no tienen un principio o un final claros, no cuentan con una membresía definida formalmente y sus estructuras evolucionan de forma constante. Reconociendo la necesidad de una nueva clase de herramienta que tomara en cuenta estas cualidades, el personal del Fondo Global de Mujeres se dedicó a diseñar una herramienta para evaluar los movimientos que respaldamos. Rápidamente, nos dimos cuenta de que este proceso debía ser participativo: evaluar los movimientos activistas sin la participación de integrantes de dichos movimientos no iba a funcionar.

A fin de facilitar el proceso, creamos una herramienta en línea para involucrar a una variedad de actores de los movimientos e invitarlos a reflexionar sobre las fortalezas y los desafíos de sus movimientos y, lo que es más importante, para ayudarles a definir qué hacer con esas observaciones. La herramienta incluye preguntas de opción múltiple para registrar las percepciones de las personas entrevistadas sobre sus movimientos con respecto a siete dimensiones: (1) comunidades de base, (2) vía de acceso al liderazgo, (3) colaboración, (4) agenda política colectiva, (5) uso de varias estrategias, (6) infraestructura de apoyo y (7) capacidad colectiva para garantizar la seguridad de los defensores de derechos humanos. Además, las personas entrevistadas identificaron la etapa de desarrollo de su movimiento y las áreas prioritarias que necesita fortalecer. Sin embargo, terminar la evaluación no es el verdadero objetivo; en cambio, es el punto de partida para entablar conversaciones y hacer intervenciones cruciales dentro de los movimientos.

Pasar de la comprensión a la acción

En Ucrania, el Ukrainian Women’s Fund (UWF) sentía que la falta de diálogo o colaboración entre las organizaciones de derechos de las mujeres de diferentes regiones y generaciones impedía que el movimiento de derechos de las mujeres se fortaleciera y obtuviera más influencia. El Fondo quería hacer una prueba piloto de la herramienta de evaluación para revelar estos desafíos de una manera participativa y fomentar el debate entre integrantes clave del movimiento de las mujeres. Al final, se recolectaron 115 respuestas que representan a 77 organizaciones y 38 activistas individuales de distintas partes del país. UWF presentó los resultados agregados a las participantes en cuatro reuniones regionales y utilizó los datos para iniciar discusiones difíciles pero críticas sobre el movimiento.

En UWF, esperábamos que las organizaciones debatieran entre ellas, pero nos sorprendió averiguar que todas teníamos inquietudes similares, especialmente sobre la importancia de la colaboración dentro del movimiento y con los movimientos aliados, así como la necesidad de fortalecer el apoyo para la infraestructura del movimiento, contar con nuevo liderazgo e involucrar a más mujeres jóvenes.

Reconociendo que las perspectivas de las mujeres jóvenes no estaban suficientemente representadas en el conjunto inicial de participantes, ampliamos la encuesta para incluir a mujeres feministas jóvenes que participaron en el campamento de jóvenes feministas de UWF y les pedimos que identificaran las fortalezas y las debilidades del movimiento, además de sus prioridades principales. Una vez más, nos sorprendió descubrir que las respuestas de estas mujeres y las de las organizaciones de mujeres convencionales coincidían casi al 100 %. Estos resultados nos mostraron que, aunque no se comunican entre ellas, las mujeres jóvenes y las organizaciones de mujeres convencionales en realidad tienen opiniones similares sobre los principales obstáculos y oportunidades del movimiento de derechos de las mujeres en Ucrania. Habiendo aprendido lo anterior, ahora teníamos la clara prioridad de ayudarles a acercarse para crear estrategias y trabajar para alcanzar sus metas comunes.

Esta evaluación dio forma a la estrategia del Ukrainian Women’s Fund para los siguientes tres años. Un elemento esencial de nuestro plan es crear espacio y oportunidades para el diálogo y la colaboración entre las mujeres jóvenes y las organizaciones convencionales. Si bien no será sencillo reunir a todas estas mujeres, confiamos en nuestra estrategia, ya que se basa en los datos: contamos con sus respuestas sobre lo que quieren. UWF utilizó la herramienta para entablar una conversación y ahora la organización está convirtiendo los resultados en acciones.

Por ejemplo, las personas que participaron en la evaluación afirmaron que la infraestructura de apoyo es una prioridad para el movimiento de mujeres en Ucrania; esto incluye la capacidad para el activismo. A fin de satisfacer esa necesidad, UWF apoyará a las organizaciones de mujeres para que aprendan a realizar actividades de defensa y promoción eficaces; por ejemplo, mediante capacitaciones sobre cómo analizar las decisiones locales y después promover los cambios deseados. Además, UWF animará a estas organizaciones a crear redes informales y aprovechar mutuamente la fortaleza de sus integrantes.

Tenemos planeado realizar esta evaluación nuevamente el próximo año, con el objetivo de averiguar qué aprendieron las organizaciones participantes y qué podría mejorarse. En la siguiente ronda, invitaremos a más personas recién llegadas al movimiento e involucraremos la mayor cantidad de voces y perspectivas diversas que nos sea posible. Sabemos que la oportunidad de escuchar y debatir con personas y organizaciones que representan distintas partes del movimiento servirá para profundizar nuestro análisis y fortalecer nuestros esfuerzos.

Una parte de fortalecer estos esfuerzos es reconocer los casos en los que los proyectos piloto de la herramienta de evaluación no tuvieron tanto éxito y aprender de las experiencias. Por ejemplo, en un estudio piloto con un movimiento local, muchas de las personas invitadas a participar en la evaluación confundían los movimientos con las coaliciones y querían usar la herramienta para evaluar la capacidad de su coalición; esta no era la intención en absoluto, ya que la coalición era solo uno de muchos actores en el movimiento. El Fondo Global de Mujeres aprendió una lección importante en este piloto: tenemos que asegurarnos de que estamos usando la herramienta adecuada para el contexto.

Como financiadoras comprometidas con el desarrollo de movimientos, percibimos la evaluación como el comienzo de un compromiso de largo plazo. Nuestra experiencia piloto en Ucrania puso de relieve la importancia de utilizar los resultados para acercar a las personas a fin de que discutan, debatan y formulen estrategias. Más allá de ayudar a los actores de los movimientos a analizar sus resultados, es esencial dar seguimiento con recursos y espacio para que puedan tomar medidas con base en las conclusiones y desarrollar planes estratégicos para fortalecer los movimientos.