UN Women Kenya
El Foro Generación Igualdad (GEF) 2021 marcó un movimiento innovador y ambicioso hacia la igualdad de género mundial. Se formaron Coaliciones de Acción para avanzar en el trabajo acerca de seis temas centrales: la violencia basada en el género (VBG); la justicia y los derechos económicos; la salud y los derechos sexuales y reproductivos; la justicia climática; la tecnología y la innovación; y los movimientos y el liderazgo feministas.
Los gobiernos, el sector privado, las organizaciones filantrópicas y la sociedad civil se reunieron y establecieron ambiciosos compromisos financieros y políticos dentro de las Coaliciones de Acción. Con ello se pretendía ofrecer una hoja de ruta para reducir la injusticia y la desigualdad de género a través de la acción de múltiples partes interesadas y el seguimiento de la responsabilidad. ¿Puede este marco ofrecer oportunidades para responsabilizar a las macroinstituciones y llenar los vacíos existentes en materia de promoción? ¿Puede ayudar a hacer un seguimiento de los avances en materia de igualdad de género y garantizar al mismo tiempo la restitución del poder a las mujeres y niñas marginadas?
Según la Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, Danai Gurira, ahora es un momento "en el que nuestra participación es crucial para garantizar que todas las mujeres y las niñas, independientemente de dónde vivan, dónde crezcan o dónde trabajen, se encuentren en un mundo en el que su potencial pueda realizarse plenamente; un mundo de verdadera igualdad". Aunque el trabajo de las Coaliciones de Acción para movilizar recursos y poner en marcha políticas y programas para lograr su ambicioso plan puede parecer desalentador, su papel como catalizadoras de la acción colectiva hacia la igualdad de género es más que evidente. Las Coaliciones de Acción demuestran cómo las diversas partes interesadas pueden amplificar su impacto al trabajar de manera activa para igualar el poder en la toma de decisiones y provocar conversaciones entre generaciones y a través de las comunidades con el fin de proporcionar recursos, liderar la promoción, implementar el cambio de leyes y políticas, y establecer programas para ayudar a que la igualdad de género global sea una realidad.
El gobierno de Kenia ha ilustrado el papel fundamental de las Coaliciones de Acción como codirector de la Coalición de Acción contra la Violencia de Género y comprometiéndose a una hoja de ruta de cinco años para la eliminación de todas las formas de violencia de género. Esto incluye respuestas a la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y forzado, y la violencia de pareja.
Este ambicioso plan requiere la participación de múltiples partes interesadas de principio a fin. Según el Center for Rights Education and Awareness (CREAW), una organización de derechos de la mujer con sede en Kenia, el gobierno keniano ha trabajado con organizaciones de la sociedad civil y otros actores no estatales para crear de manera conjunta un plan de trabajo, una estrategia de movilización de recursos y herramientas de seguimiento y evaluación que fomenten la responsabilidad y la transparencia. También ha posicionado a diversos actores para promover el cambio a nivel estatal a través de comités directivos nacionales y grupos de trabajo.
Gracias a la acción de múltiples partes interesadas, Kenia también ha creado un tribunal dedicado a los casos de violencia de género y Policare, un Servicio Nacional de Policía con respuestas integradas a la violencia de género, que incluye proveedores de servicios como investigadores extranjeros, proveedores de atención sanitaria, magistrados de guardia, profesionales médico-legales, expertos en género y personal penitenciario.
Además, el gobierno se ha comprometido a crear refugios estatales para apoyar a las supervivientes de la violencia de género. Todo esto, a su vez, se hace junto con la constante investigación, el activismo y la cobertura de los medios de comunicación dirigidos por las organizaciones de la sociedad civil. En resumen, el éxito de Kenia es el resultado de la combinación de los esfuerzos de la sociedad civil y el plan de años del gobierno, así como el trampolín proporcionado por la Coalición de Acción contra la VBG. Esto demuestra que es posible lograr un progreso significativo a través de este vehículo.
Teniendo en cuenta que en agosto de 2022 entrará un nuevo gobierno, esto significa que las organizaciones de la sociedad civil deben reestructurar, crear y construir nuevas alianzas dentro del nuevo gobierno para impulsar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el anterior. Por lo tanto, es primordial que las organizaciones de la sociedad civil cuenten con los recursos necesarios para llevar a cabo intervenciones de seguimiento y promoción.
Los actores de la sociedad civil pueden inspirarse en el ejemplo de Kenia para conseguir que sus gobiernos actúen y rindan cuentas. Tras el FMAM, el Foro de Kenia sobre los ODS, una coalición de más de 350 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, ha lanzado la campaña TIMIZA (Hacia los Compromisos y Más Allá), cuyo objetivo es crear conciencia sobre los compromisos del gobierno para eliminar la violencia de género y la mutilación genital femenina.
Aunque el gobierno keniano está avanzando, es crucial que otros países se comprometan y aceleren su trabajo. Kenia debería compartir su experiencia en la lucha contra la violencia de género con otros países del continente.
Teniendo en cuenta que en agosto de 2022 entrará un nuevo gobierno, esto significa que las organizaciones de la sociedad civil deben reestructurar, crear y construir nuevas alianzas dentro del nuevo gobierno para impulsar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el anterior.
Además, los bloques regionales de todo el continente podrían establecer compromisos políticos y programáticos para avanzar en la acción más allá de sus declaraciones y protocolos anteriores (por ejemplo, el Protocolo de Maputo de la Unión Africana). Podrían inspirarse en la Unión Europea, ya que el bloque regional asumió colectivamente importantes compromisos financieros y políticos en el Foro.
Por último, los actores estatales deben utilizar un lente inclusivo, que interrogue las dinámicas de poder que prevalecen ahora en la formulación y aplicación de los mecanismos sensibles al género. Estas dinámicas pueden y deben corregirse incluyendo a los activistas por los derechos de las mujeres, a los jóvenes y a las organizaciones de base en las plataformas de toma de decisiones para desarrollar conjuntamente las hojas de ruta y los mecanismos de aplicación pertinentes.