Jagadeesh MV/EFE/EPA
La tarde del segundo día de las protestas encabezadas por estudiantes en toda la India fue una tarde soleada en Bangalore. Me aventuré a ir el ayuntamiento, un sitio tradicional de protesta en Bangalore, con la Constitución en una mano y Annihilation of Caste (La aniquilación de la casta) en la otra: un libro fundamental escrito por el principal arquitecto de la Constitución de la India, que desentraña la relación entre las castas, la sociedad india y los derechos. Al entrar en la zona, la policía me detuvo y me dijo que se había denegado el permiso para protestar. Esto no disuadió a los manifestantes. En cambio, se llevó a cabo una marcha silenciosa desde el centro de la ciudad hasta Freedom Park, donde es usual que se realicen manifestaciones. Mientras caminaba con los manifestantes, sentí la urgencia de los líderes juveniles; todos nos sentíamos motivados por el preámbulo de la Constitución de la India:
Por todo el país, los manifestantes protestaban contra la Ley de Enmienda de la Ley de Ciudadanía (CAA, por sus siglas en inglés) de la India de 2019, que por primera vez en la historia democrática de la India relaciona la idea de la ciudadanía con una religión específica. En concreto, esta Ley impide que los musulmanes obtengan la ciudadanía si ingresaron a la India el 31 de diciembre de 2014 o antes desde Pakistán, Bangladesh y Afganistán. Por el contrario, se enumeran religiones específicas que tendrán un proceso acelerado para obtener la ciudadanía: inmigrantes hindúes, sijes, zoroástricos, budistas y cristianos de Pakistán, Bangladesh y Afganistán. Por otra parte, el asunto se vuelve más sombrío cuando se considera en conjunto con el mecanismo de implementación, el Registro Nacional de Ciudadanos (NRC, por sus siglas en inglés), que pedirá un comprobante de ciudadanía a la población india. A medida que las protestas cobraron impulso, el ministro del Interior de la India dio marcha atrás con el NRC y decidió utilizar el Registro Nacional de Población (NPR, por sus siglas en inglés), un proceso ya existente que consiste en una base de datos de residentes de la India, incluidos los extranjeros que llevan seis meses o más viviendo en ese país. El NPR se preparó por primera vez en 2010, conforme a las disposiciones de la Ley de Ciudadanía (1955), pero el ministro del Interior insistió en realizar el proceso nuevamente en 2020. Para los activistas, el NPR es el documento base para la preparación del NRC.
En el preámbulo de su Constitución, la India se identifica como una república democrática, laica, socialista y soberana; esta nueva prueba de ciudadanía contradice directamente el espíritu de dicho texto. Aún no se termina de librar la batalla, y aunque se ha escrito mucho sobre el carácter anticonstitucional de la CAA, el NRC y el NPR, aquí sostendré que esta prueba de ciudadanía transforma fundamentalmente la relación entre los ciudadanos indios y el Estado, con lo que se debilita el espíritu del preámbulo. A pesar de lo anterior, las protestas ofrecen un faro de esperanza para revivir el espíritu de la Constitución de la India.
La prueba de ciudadanía
¿Quién es un ciudadano indio? Esa es la pregunta fundamental que guía los esfuerzos detrás de la CAA, el NRC y el NPR. La historia de la India es una historia de laicismo y una narración sobre la confluencia de la diversidad. Pero cuando la India obtuvo su independencia, también quedó dividida. Aquel momento fue la última vez que se planteó la pregunta sobre la ciudadanía. En ese entonces, el proceso para responderla dejó a millones de personas sin hogar y dividió a las poblaciones en función de la religión.
El hecho de que esta pregunta se esté planteando de nuevo, y que se busque excluir de forma explícita a los musulmanes, nos obliga a pensar sobre la historia destructiva de la partición. El régimen de Modi ha construido una identidad nacional que se basa en la necesidad de la supremacía hindú. Hindutva —que es el fundamento ideológico de Rashtriya Swayam Sewak Sangh, una organización cultural, y su brazo político, el Bharatiya Janata Party— determina sus políticas y actitudes con respecto a la ciudadanía.
El Preámbulo ha pasado de ser un conjunto de palabras en la Constitución a convertirse en un contundente himno de protesta.
De hecho, los delitos de odio contra musulmanes han aumentado desde que el régimen de Modi llegó al poder. Uno de estos delitos ha sido el linchamiento por comerciar con ganado o consumir carne de res, ya que los hindúes consideran que las vacas son un símbolo sagrado de la vida que se debe proteger. Los “justicieros de vacas” deambulan abiertamente por las calles para vigilar a las personas que ven cargando o consumiendo ganado. Esta práctica tan agresiva de política bovina afecta en mayor medida a las comunidades marginadas, como los dalits y los musulmanes, pero solo es un síntoma de la cuestión más amplia de quién pertenece a la India y quién no.
La polarización dentro de la India durante el régimen de Modi siempre se ha tratado de la ciudadanía, no en el sentido puramente jurídico, sino como un sentimiento de pertenencia. Se pueden encontrar ejemplos en la miríada de términos utilizados para describir a quienes están en los márgenes, como el “naxal urbano” (una misteriosa etiqueta que se asigna a muchos intelectuales que cuestionan al régimen y se originó en un libro escrito por Vivek Aghnihotri) y la “pandilla Tukde-Tukde” (la “pandilla que rompe a la India”, término que se utilizó para atacar a estudiantes de la Universidad Jawaharlal Nehru). El motivo de su exclusión ha sido su incapacidad de ajustarse al rígido marco de pertenencia establecido por el régimen de Modi, que se fundamenta en la supremacía hindú sin tolerancia al disenso.
La CAA, el NRC y el NPR están integrados en esta construcción del nacionalismo. Las Reglas de Ciudadanía de 2003, que rigen la preparación del NPR, contienen una cláusula sobre la “ciudadanía dudosa”, la cual permite ordenar a cualquier “ciudadano dudoso” que presente documentos para demostrar su ciudadanía. En oposición a este marco de pertenencia excluyente, el espíritu del Preámbulo se mantiene firme.
Revivir el espíritu del Preámbulo
La lectura colectiva del Preámbulo se ha convertido en una ceremonia deliberada de reivindicación de los valores fundamentales de esta nación, que es inclusiva y no discriminatoria. Esta lectura va acompañada de consignas de inclusión y expresiones de disentimiento con respecto a la Hindutva que fundamenta el régimen de Modi-Shah. Como sostiene un artículo de Rohit De y Surabhi Ranganathan, la Constitución está sentando las bases para redescubrir la república india y fortalecer el federalismo a medida que los estados o unidades subnacionales se rebelan contra esta ley. Por ejemplo, la asamblea legislativa en Kerala aprobó una resolución que se opone a la aplicación de la CAA en Kerala.
Este es un momento importante para la interpretación constitucional en la India, ya que no se trata de una interpretación por parte de los tribunales, sino del pueblo mismo. En una conversación con una joven estudiante que protestaba en Bangalore, le pregunté qué significaba la Constitución para ella y me respondió:
“La Constitución no solo es un documento fundamental, sino uno vivo. Solo quiero decir esto, es un documento que es un acuerdo entre los ciudadanos y el Estado. El Estado está violando sus términos al no atenerse al preámbulo y el laicismo. Tenemos que salir a las calles como ciudadanos para que el Estado entienda que ya no estamos de acuerdo”.
El Preámbulo ha pasado de ser un conjunto de palabras en la Constitución a convertirse en un contundente himno de protesta. Los manifestantes y muchos indios se niegan a someterse a esta prueba de ciudadanía y han prometido no mostrar sus documentos. Como narra el poema de Varun Grover en hindi: “No les mostraremos nuestros documentos”.
En la India, la esperanza nació a partir de estudiantes jóvenes que se arman con la Constitución y se rebelan contra la prueba de ciudadanía. Su jurisprudencia e interpretación constitucional surgen del pluralismo y la inclusión que pretenden ampliar el rígido marco de pertenencia establecido por el régimen de Modi.
A través de esta jurisprudencia callejera de esperanza e inclusión, la India puede reivindicar las palabras y los principios de su Preámbulo. Dado el cierre masivo que se está llevando a cabo en la India por la pandemia de COVID-19, se cancelaron muchas manifestaciones y, en un giro inesperado, se postergó indefinidamente el ejercicio del Registro Nacional de Población. Aún está por verse si esto significa que el gobierno de Modi-Shah dará marcha atrás con esta medida.