Según un informe publicado hace poco, muchos neozelandeses no pueden disfrutar ni siquiera de los niveles más básicos del derecho a la vivienda. A principios de este año, la Iniciativa para la Medición de los Derechos Humanos (HRMI, por sus siglas en inglés), que hace parte del instituto neozelandés de investigación económica Motu, se adentró en el derecho a una vivienda adecuada en Aotearoa (que es el nombre maorí de Nueva Zelanda) para medir si el gobierno neozelandés está tomando las medidas necesarias para cumplir sus promesas internacionales en materia de derechos humanos. Esta investigación fue encargada por la Comisión de Derechos Humanos de Nueva Zelanda.
Los sucesivos gobiernos neozelandeses se han comprometido de manera efectiva con las normas de derechos humanos de los tratados internacionales de derechos humanos. Hay cinco promesas clave que acompañan a este compromiso: las obligaciones básicas mínimas, la garantía progresiva, la no regresión, la utilización del máximo de recursos disponibles y la no discriminación. En el ámbito de la vivienda, estas promesas reflejan el compromiso del gobierno de garantizar el alojamiento y la vivienda básicos a toda su población y que se utilicen todos los recursos disponibles para mejorar continuamente todos los aspectos del derecho a la vivienda a lo largo del tiempo. El gobierno también hace una promesa explícita de que el derecho a la vivienda debe ser disfrutado por todos, sin importar su situación demográfica o socioeconómica.
El informe proporciona nuevas metodologías para medir si el gobierno está cumpliendo estas cinco promesas internacionales de derechos humanos, que se explican en los siguientes pasos.
En primer lugar, el derecho a la vivienda se divide en seis temas clave: la seguridad de la tenencia, la habitabilidad de la vivienda, la asequibilidad de la vivienda, la existencia de suficientes viviendas, la idoneidad de los servicios y la infraestructura de la vivienda, y la ubicación de la vivienda.
En segundo lugar, tras examinar los datos disponibles sobre los resultados de la vivienda en Aotearoa, se crean indicadores dentro de cada tema de la vivienda. Estos indicadores se utilizan para evaluar en qué medida cada aspecto del derecho a la vivienda está siendo experimentado por todas las personas. Por ejemplo, dentro del tema de la asequibilidad de la vivienda, creamos un indicador que mide el porcentaje de personas que son propietarias de su vivienda.
En tercer lugar, se crean metodologías para medir la actuación del gobierno en cada promesa de derechos humanos. Cada metodología identifica el tipo de datos necesarios para medir si la promesa se está cumpliendo.
En cuarto lugar, los indicadores se combinan con las metodologías para evaluar los esfuerzos de Nueva Zelanda por cumplir cada una de sus promesas de derechos humanos dentro de cada tema del derecho a la vivienda.
El gobierno de Nueva Zelanda no está cumpliendo sus promesas sobre el derecho a la vivienda
Los resultados en materia de vivienda no han mejorado en Aotearoa desde hace mucho tiempo. El cuadro 1 resume las diferentes formas en que el gobierno neozelandés no está cumpliendo su promesa de mejorar los resultados en materia de vivienda para todos (“garantía progresiva”).
De la docena de resultados del derecho a la vivienda que podemos seguir a lo largo del tiempo, ocho no han mejorado. El número de personas que viven en hogares saludables no ha aumentado y el número de personas que no pueden acceder a las casas está creciendo, lo que significa que más personas se están quedando sin hogar. Esto también demuestra que no se cumple el estándar mínimo de vivienda.
Cuadro 1. Resultados de la promesa de aumentar los resultados de la vivienda en Aotearoa
Además, de los once resultados en materia de vivienda que podemos comparar entre subgrupos de población, nueve muestran claros incumplimientos de la promesa de proporcionar el derecho a la vivienda de forma no discriminatoria. La situación actual del mercado de la vivienda en Nueva Zelanda dificulta el logro de resultados favorables en materia de vivienda para los maoríes, los pueblos del Pacífico, los discapacitados, las personas con baja o nula cualificación, los desempleados y las personas de zonas socioeconómicas más bajas.
De acuerdo con la promesa del gobierno de utilizar el máximo de recursos disponibles para garantizar que los resultados en materia de vivienda mejoren con el tiempo, ambos indicadores sugieren que se puede conseguir más, dado el actual nivel de renta per cápita de Nueva Zelanda, para proporcionar servicios e infraestructuras de vivienda a todos. Al comparar los resultados de Nueva Zelanda en estos indicadores del derecho a la vivienda con los de otros países comparables de la OCDE con altos ingresos, los resultados sugieren que se pueden obtener ideas políticas de países como Finlandia, Alemania, Islandia, Corea y el Reino Unido, que actualmente superan a Nueva Zelanda.
Se necesitan medidas urgentes para mejorar los resultados en materia de vivienda
Ahora que disponemos de metodologías para evaluar la actuación del gobierno con respecto a cada una de sus promesas en materia de derechos humanos, tenemos una clara comprensión de las diferentes maneras en que el gobierno de Nueva Zelanda no está garantizando el derecho a la vivienda para todos. Identificar dónde se están produciendo violaciones de los derechos humanos en el ámbito del derecho a la vivienda muestra al gobierno dónde es más urgente el cambio. Hay que actualizar las políticas, las estrategias y los recursos en materia de vivienda para evitar que se sigan violando los derechos humanos, sobre todo para proteger a las personas contra la falta de vivienda y garantizar que, una vez alojadas, las casas sean cálidas, secas y no tengan moho. Dado que todos los derechos económicos, sociales y culturales están interrelacionados, la mejora de los resultados en materia de vivienda también impulsará otros resultados en materia de derechos humanos, como el derecho a la atención y la protección de la salud (también evaluado en el informe).
En general, este ejercicio demuestra que los derechos humanos no son sólo aspiraciones, sino que son compromisos internacionales cuyo desempeño puede evaluarse. Este es el primer paso para que el gobierno de Nueva Zelanda rinda cuentas y garantice que los derechos humanos se tomen en serio. Si el gobierno actúa con urgencia para rectificar las violaciones identificadas en el informe, estaremos un paso más cerca de conseguir una sociedad próspera en la que los derechos económicos, sociales y culturales florezcan para todos.
¿Quieres saber cómo se comporta tu país?
Otros países pueden utilizar las metodologías expuestas en el informe analizado para medir de manera empírica si su gobierno está cumpliendo sus promesas en materia de derechos humanos. De este modo, más gobiernos pueden darse cuenta de sus fallos y reorientar sus estrategias políticas y recursos para mejorar de forma más eficiente los resultados en materia de derechos humanos para todos. Consulta el Rastreador de Derechos de HRMI para ver cómo está cumpliendo tu país sus promesas en materia de derechos humanos, incluido el derecho a la vivienda.