FMI y derechos humanos a través del arte

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El FMI suele lesionar los derechos humanos de las poblaciones de sus Estados clientes, a través del ajuste fiscal, formas de crecimiento no inclusivo ni sustentables y reformas estructurales. A pesar de ello, el FMI no rinde cuentas, a la vez que autopercibe por encima de los derechos. Para auditar y limitar las políticas del FMI desde la sociedad civil y la academia, se desarrolló desde Argentina una serie de proyectos audiovisuales de comunicación. 

La serie de videos documentales sobre “FMI y derechos humanos” y el podcast Lo prometido es deuda, que presentamos en esta nota, son herramientas políticas y culturales para limitar el control de las finanzas sobre nuestras vidas.

El mundo de las finanzas se ha ampliado y sofisticado en las últimas décadas y ha penetrado la gestión estatal y la vida cotidiana. Su expansión ha estado atada a las reformas estructurales neoliberales y al aumento de la desigualdad en todo el mundo, con efectos perniciosos sobre las personas en situación de mayor vulnerabilidad. Los hogares recurren a deudas para sortear el día a día y ese crédito funciona como un disciplinador contra la rebeldía. Los Estados también toman deuda, cuyo peso impone los intereses de los acreedores sobre la gestión fiscal soberana.

Las finanzas parecen al alcance de todes excepto cuando se las discute en el escenario público. Quebrar el discurso técnico y hermético que las rodea, abstraído de los debates democráticos y culturales, es vital para recuperar el control de nuestras vidas.

El proyecto de vincular al FMI con los derechos humanos trata de poner la lupa de los derechos humanos sobre el accionar de este organismo internacional, que opera como llave y gendarme del sistema financiero internacional. Los derechos humanos proveen una clave hermenéutica y política para poder valorar los efectos de ese accionar, pero también para limitar sus atribuciones. El FMI no puede asumirse por encima de los derechos humanos.

Este interés no expresa puro voluntarismo. El proyecto que hemos emprendido se articula sobre la base de una serie de trabajos académicos, informes de expertes nacionales e internacionales y reportes de organizaciones sociales como un mapa de los vínculos entre el FMI y los derechos humanos. La parte central de este trabajo mancomunado fue oportunamente publicada en un formato académico y difundida por OGR.

Ahora bien, a todas luces este formato sólo interpela a quienes ya están interesades en el tema. ¿Cómo hacer para romper este cerco de especialización? Para alcanzar una audiencia más amplia, que pueda apropiarse de estas herramientas, y a la vez contribuir a forjar el sentido común en torno a las finanzas desde un enfoque de derechos, es necesario recurrir a otras estrategias de comunicación. Una suerte de traducción que pudiera transmitir lo fundamental de una forma inclusiva. 

Se trata, a fin de cuentas, de una búsqueda por fortalecer la transparencia y la democracia y poner a disposición herramientas para enriquecer los debates públicos y limitar el accionar de las finanzas sobre nuestras vidas. A esta tarea se dio el equipo que preparó esta nota mediante la producción, con el apoyo de la Fundación Friedrich-Ebert (Buenos Aires), de dos temporadas de podcast y una serie de episodios audiovisuales

Todas estas propuestas fueron realizadas en la Argentina, en un contexto en el cual los problemas de la deuda pública y el FMI están, de una manera dramática, en la agenda pública cotidiana. Durante el gobierno de Cambiemos (2015-2019), el país atravesó un proceso de endeudamiento acelerado —tanto con acreedores privados como con el FMI— sin ninguna contrapartida productiva. La crisis en la que el país se sumergió a partir de 2018 perjudicó severamente salarios, asignaciones sociales y jubilaciones, elevando la pobreza a niveles históricamente altos. La pandemia y la recesión no hicieron más que agravar esa tendencia. 

Existe un interés público por comprender el tema, y la llave de los derechos humanos permite construir un sentido en torno al problema de tal modo que no quede sólo en manos de financistas. Así, se puede construir  una sociedad más igualitaria donde las finanzas sirvan a la gente, y no al revés.

El podcast se produjo para acercar un tema engorroso, técnico y muchas veces tedioso a un público curioso, pero sin vinculación profesional o académica. El principal desafío fue encontrar la manera de “traducir” tecnicismos, contextos históricos e incluso teorías económicas a un lenguaje coloquial, ameno y directo, sin perder rigor a la hora de explicar procesos y brindar datos e información. 

En 2021 también nos propusimos ampliar nuestro enfoque con un formato audiovisual que busca conectar sentidos con imágenes y sonidos que puedan ayudar a la interpretación del concepto y  su asociación con la vida cotidiana. Esta estrategia se inscribe dentro de las prácticas que documentan y dan voz crítica en contra de las injusticias globales. Este formato es de utilidad para alcanzar otras audiencias y replicar con facilidad en redes sociales. Justamente, en este caso los videos forman parte de la adaptación o traslación de conceptos académicos en un idioma audiovisual insertado en la intersección de las redes académicas y las redes sociales. El propósito del trabajo fue ocupar un espacio en las narrativas que alcanzan un público que no participa necesariamente de la academia pero tiene un interés e incluso forma parte del activismo de los derechos humanos. 

Para poder realizar la traducción era necesario establecer un diálogo más allá de las disciplinas de base de quienes formamos el equipo. Quienes nos encargamos de compilar el trabajo académico tuvimos que relatar cuáles eran los puntos centrales que queríamos transmitir. Así no sólo debimos definir los aspectos de contenido sino también lograr empatía en el tono a transmitir en los nuevos formatos. 

En ambos formatos (podcast y videos) usamos material de archivo, recopilado de forma extensa en diversos repositorios de carácter abierto. La selección, adaptación e incorporación resultó una tarea sistemática que construye la estética general del concepto. Conseguir imágenes y sonidos que apelen al público, sea por su conocimiento previo o por lo llamativo, ayuda a captar la atención. 

La edición final fue un momento de construcción total de la narración. Es decir, la articulación de las partes para poder armar un relato que dialogue con la investigación y que aporte a la discusión del vínculo entre deuda, FMI y derechos humanos. De hecho, la imagen de la tapa del dossier académico, diseñada por Ana Yael, fue a su vez la imagen central en los videos. Una vez listas las series, la divulgación en redes sociales es una parte clave de la tarea, que ha servido para difundir de manera amplia el resultado. 

Los derechos culturales son también parte de los derechos vulnerados por el endeudamiento excesivo y las condicionalidades perniciosas de los acreedores, en particular por los acuerdos pactados con el FMI. Los recortes en el presupuesto para apoyar proyectos culturales suelen ser una de las primeras víctimas del ajuste fiscal. Se afecta así la posibilidad de construir una identidad audiovisual propia en América Latina. 

Al mismo tiempo, se abren las puertas para el ingreso de capitales extranjeros que utilizan los recursos humanos y naturales para llevarse narraciones audiovisuales a un costo muy bajo, y no reintegran aportes concretos para poder desarrollar la industria audiovisual local. El hecho de haber decidido hacer una serie en video sobre el FMI y los derechos humanos, desde Argentina, también es parte de esta discusión, de esta resistencia, aun cuando no se hable explícitamente de ello. 

Hay otra implicación en torno a los derechos culturales. El derecho a la ciencia (que estuvo “dormido” hasta la pandemia), también implica ofrecer el desarrollo científico (en este caso social) en un formato que sea asequible a todes. Invitamos a la audiencia de OGR, nuevamente, a que vean, escuchen y sientan por qué y cómo la relación entre el FMI es tan problemática.

 

*Apoyo adicional de Mauro Suchodolski, que es técnico superior en producción y creatividad radiofónica, así como editor de podcasts.