A partir de las elecciones de principios de mayo, las conversaciones sobre los derechos humanos han invadido el Reino Unido (RU). Los conservadores, ahora la mayoría parlamentaria, pretenden derogar la Ley de Derechos Humanos de 1998, la cual otorga a los ciudadanos la capacidad de presentar casos de derechos humanos ante los tribunales británicos, y cambiar la relación del país con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El bando pro derechos humanos, por su parte, se está movilizando para contrarrestar este mensaje.
Sin embargo, las investigaciones demuestran que las ideas a favor de los derechos humanos no están alcanzando al público en general. Para obtener mejores resultados, los activistas deben invertir en más y mejores investigaciones, y utilizar los resultados para replantear su trabajo. Tomar los estudios de análisis del público y convertir sus resultados en una manera eficaz de comunicarse con las personas que desconfían de los derechos humanos es un desafío considerable, pero necesario.
Un análisis del discurso de derechos humanos realizado por Counterpoint, el Public Interest Research Centre (PIRC) (Centro de Investigación de Interés Público) y mi organización, Equally Ours, muestra que en el RU, las narrativas de los medios de comunicación suelen vincular los derechos humanos con grupos “de poco mérito” y con perspectivas antieuropeas. Los medios de comunicación caracterizan los derechos humanos como algo que debilita, en vez de mejorar, las libertades tradicionales, y como protecciones meramente jurídicas, en lugar de como herramientas para empoderar a los ciudadanos.
Figura 1: % de mensajes positivos y negativos sobre los derechos humanos en los medios de comunicación del RU, 2013
Fuente: Building Bridges: Connecting with values to reframe and build support for human rights. (Creación de puentes: conectarse con los valores para replantear y obtener apoyo para los derechos humanos). Para obtener una copia, póngase en contacto con info@equally-ours.org.uk.
Consideremos la Figura 1, que analiza los mensajes de derechos humanos que aparecieron en los tabloides y periódicos de formato amplio, blogs políticos y discursos parlamentarios del Reino Unido en 2013. Los investigadores identificaron, clasificaron y midieron la frecuencia de los encuadres (frames) positivos y negativos, y compararon su frecuencia en los medios de comunicación en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Como indica la Figura 1, la conversación de derechos humanos en el RU durante ese año fue abrumadoramente negativa. El encuadre que se repitió con más frecuencia fue que las protecciones de derechos humanos británicas reducen la seguridad nacional; el cercano segundo lugar fue la percepción de que los derechos humanos reducen la soberanía del Reino Unido.
Los encuadres que se muestran en verde son positivos con respecto a los derechos humanos. No se utilizan con mucha frecuencia; el más común es que las leyes de derechos humanos “protegen nuestros derechos básicos”, un encuadre que, de acuerdo con la investigación de Equally Ours, no es el más convincente. Por el contrario, nuestros sondeos muestran que los activistas tienen más éxito en convencer a los escépticos de que los derechos humanos son buenos cuando sostienen que “todas las personas tienen derechos humanos”. El análisis de los medios de comunicación, en otras palabras, indica que las agrupaciones de derechos humanos deberían cambiar su enfoque para hablar sobre los derechos humanos de maneras más eficaces.
Nuestro análisis del encuadre “todas las personas tienen derechos humanos” muestra que este mensaje acciona valores intrínsecos que desarrollan un mayor nivel de apoyo público a favor de la justicia social.
La campaña de Amnistía Internacional en Reino Unido Keep the Act (Conservemos la Ley) es el tipo de campaña basada en la investigación que proponemos. La investigación demostró que los activistas son más convincentes cuando vinculan la Ley de derechos humanos con la gente común y las preocupaciones cotidianas que cuando hacen referencia a las normas jurídicas o internacionales. A partir de nuestra investigación, Amnistía identificó a un grupo cada vez mayor de la población británica que tiene una opinión positiva sobre los derechos humanos, o que puede ser convencido para tenerla, particularmente cuando se relacionan con algo que ya les interesa. Con ayuda de análisis estadísticos avanzados, descubrimos mensajes con los que están de acuerdo los públicos meta, y que hacen que las personas tengan una actitud más favorable hacia los derechos humanos en general.
Con base en esta investigación, Amnistía compartió historias como la de Jan Sutton, quien tiene esclerosis múltiple y logró desafiar el paquete de cuidados que proponía su autoridad local, el cual la habría limitado a permanecer en cama. La historia de Jan es una historia humana y fácil de entender para el público británico; y es un ejemplo del tipo de historias que no se incluyen en la manera en la que los activistas de derechos humanos hablan usualmente sobre su trabajo.
Flickr/Amnesty International UK (Some rights reserved)
British youth outside Amnesty UK's Annual General Meeting. "Amnesty identified a growing UK cohort that is positive or persuadable about human rights, especially when linked to things they already care about."
Aunque el tono jurídico de los derechos humanos puede ser inevitable, no suele ser útil. Los profesionales de derechos humanos saben que necesitan llegar a un público que se desconecta cuando escucha lenguaje técnico o jurídico como la “universalidad” de los derechos humanos, o la “jurisdicción universal” de los tribunales internacionales.
En cambio, la investigación demostró que la frase “los derechos humanos son para todos nosotros” es más accesible que “los derechos humanos son universales”. Las dos frases se reciben de maneras muy distintas.
Otras agrupaciones también están aceptando el desafío de diseñar campañas con base en la investigación. En abril de 2015, por ejemplo, una agrupación publicó el sitio web Rights Info para hacer que la ley sea más accesible y corregir la forma en que se habla sobre los derechos humanos. Una de las maneras en las que lo hacen es creando infografías fáciles de comprender, como la siguiente:
Las ONG con gran reputación en otras áreas temáticas son aliadas importantes. Age UK, por ejemplo, es una organización benéfica destacada para las personas mayores, y ha realizado campañas a favor de las personas mayores maltratadas en los hogares de ancianos. Este año, la agrupación lanzó el cortometraje “Charles’ Story” (La historia de Charles), que ofrece una poderosa representación de los vínculos entre la dignidad, el respeto y los derechos humanos. El corto se diseñó para evocar valores intrínsecos y una respuesta emocional por parte de los espectadores, y así generar sentimientos positivos hacia los derechos humanos. Al momento de escribir este artículo, Charles’ Story había llegado a más de un millón de personas, con más de 300,000 vistas únicas. Para muchos, esta puede ser la primera vez que están expuestos a una visión positiva de los derechos humanos.
Consideremos también a Women’s Aid, una organización benéfica enfocada en la violencia doméstica que estrenó un cortometraje dirigido a los aficionados de fútbol y sus clubes. Con el título “Unpunished” (Sin castigo), el corto usa imágenes y metáforas relacionadas con el futbol para abordar la violencia doméstica. Una vez más, la estrategia era presentarle los derechos humanos a un nuevo público en un contexto inesperado. Estos cortometrajes no educan sobre los detalles de los derechos humanos; más bien, conectan temas que ya le interesan al espectador con los “derechos humanos”, quizás por primera vez.
Cuando el discurso sobre los derechos humanos es tan negativo como lo es actualmente en el Reino Unido, es difícil contar historias positivas. Y harán falta más que unas cuantas palabras o lemas para influir sobre la gran cantidad de personas que no están convencidas de que vale la pena defender los derechos humanos. Pero los estudios de análisis del público han mostrado una y otra vez que este tiene una actitud más positiva hacia los derechos humanos cuando comprende la manera en que estos derechos se relacionan con los valores y las libertades que ya le interesan.
Las investigaciones sobre la opinión pública nos ayudan a entender los encuadres, los valores y los mensajes que pueden contribuir a que las personas tengan una opinión más favorable sobre los derechos humanos. Debemos utilizar estos conocimientos para cambiar nuestros mensajes; de lo contrario, simplemente les seguiremos predicando a los ya convertidos, con un sermón que a la mayoría de la gente no le gusta o que no entiende.